
Resurgimiento del OOH ante fraude publicitario
El resurgimiento de la publicidad exterior convencional puede ser muy exitoso, especialmente con la ola actual de anuncios no deseados en la publicidad digital que los consumidores ni siquiera notan u omiten. Muchas personas han desarrollado ¨fatiga digital¨ luego de pasar frente a una pantalla por la mayor parte de sus días ya sea por trabajo, estudios o entretenimiento. Razón por la cual, muchos usuarios no prestan atención a anuncios online u optan por instalar softwares bloqueadores de anuncios digitales.
Con la publicidad exterior, no hay riesgo de fraude publicitario ni la molestia de realizar un seguimiento de las impresiones. Sabes que tu marca está acaparando toda la atención al aire libre, y no tienes que preocuparte por los fraudes que a menudo se cometen en el marketing digital.
Muchas empresas, tanto grandes como pequeñas, vieron la promoción de su marca a través del marketing digital como una necesidad. Sin embargo, con el paso del tiempo, las personas en línea comenzaron a prestar menos atención al marketing en Internet. Como resultado, los gurús digitales idearon esquemas de fraude publicitario para atraer a las personas a usar sus servicios.
¿Cómo funciona el fraude publicitario?
Consiste principalmente en el uso de tráfico falso. Se implementan bots sofisticados que pueden modelar el comportamiento humano para participar en fraudes de clics, fraudes de clientes potenciales, engaño de retargeting y ataques competitivos.
Reportes revelan que una cantidad considerable de supuestos clientes potenciales son en realidad bots diseñados para explotar los presupuestos publicitarios. A pesar de las altas tasas de clics, no hay posibilidad de que el tráfico conduzca a una venta. Por otra parte, existen softwares bloqueadores de anuncios digitales para los consumidores reales como AdBlocker.
¿Cómo se ven afectadas las empresas?
El fraude publicitario en el marketing digital puede afectar a las empresas en una escala importante. Este sesga significativamente los resultados de una campaña y por ende daña la reputación de la marca.
En cuanto a la afectación económica, de acuerdo con FORBES, se espera que el fraude publicitario cueste $44 mil millones este año, lo que representa el 45% del gasto total en publicidad. Además, algunos estiman que el costo anual del fraude publicitario aumentará a $100 mil millones en 2023.